Dos palabras sumamente poderosas, que te pueden iluminar el
día como nunca imaginaste, o que sencillamente al no ser escuchadas pueden
llevarte a la oscuridad más grande que pueda haber... Son palabras importantes,
que se dicen porque se quiere, porque se sienten, porque son esenciales para
poder sentirse bien, para que el otro, aunque ya lo sepa, sienta que eso nunca
se va a perder...Con lágrimas en los ojos te puedo decir que no escucharlas es
como una tortura, una de esas que te dejan vacía, triste, infeliz, te dejan con
una sensación algo incómoda, no sabes exactamente qué sientes, pero de algo
estas segura, y es que no es bueno, no es bonito. ¿Por qué? Porque llevas tanto
tiempo escuchándolas a diario y a cada instante de tu día que llega el momento
en el que cuando pasa el día entero en que no aparecen te desgarra el alma, te
desgarra el corazón y te lo dejan hecho añicos, porque aunque tú quieras
decirlo, esperas a escucharlas primero, porque extrañas que sea así, porque
quieres que esa persona, esa única persona que puede decirlas, llene el vació
que deja el no tenerlas como antes. Te juro que cuando las lees y aún más
cuando las escuchas saliendo de esos labios que tanto amor te dieron, es como si
se iluminara ese espacio oscuro que había, es como si se prendiera una llama
que te incendia el cuerpo entero, que te hace arder de amor y de sueños, de
deseos de que no se vuelvan a ir, de que no se queden en el olvido, porque tu
más que nadie sabes que para ti esas palabras nunca quedarán atrás, y más
cuando se trata de alguien que ha dado todo por ti, que ha estado contigo día y
noche, en las buenas y en las malas, y que ahora no esté, hace que esas dos
palabras tan cortas y sencillas pero al mismo tiempo tan fuertes, valgan más de
lo que alguna vez pudiste imaginar.
29 de junio de 2016
21 de junio de 2016
Noches frías.
¿Por qué será que la noche es tu enemiga a diario en los
momentos difíciles? Piensa uno que es porque estás sola y hay más probabilidad
de que tengas tiempo o de dejes espacio a tus pensamientos para que ellos salgan
a flote, para que ellos traigan recuerdos, ya sean alegres o tristes, o porque tal vez el silencio te deja escucharlos con mucha más fuerza... ¿Alguien
sabe controlar eso? Sería fantástico poder ordenarle a la mente y decirle
"¡No más!, no te permito que hagas eso" pero por mi parte lo he
intentado muchísimas veces y no me da resultado, al contrario, es como si a
ella le gustara aplicar ese famoso dicho que dice "Al que no quiere sopa
se le dan dos tasas" porque sencillamente todos esos pensamiento, dudas, o
recuerdos llegan con más fuerza que antes y son incontrolables, a tal punto que
tienes que dejarlos salir de alguna manera. El problema ahora es ¿cuándo es un
buen momento para dejarlos salir o de qué forma? ¡No tengo la menor idea!
porque a pesar de que pueda que sepas si es momento o no, son tan fuertes que
ellos mismos salen sin siquiera pedir permiso, y de un momento a otro ya estás
soltando todo eso que tienes atorado. ¡Sería perfecto si se llegase a tener un
control total sobre eso! Pero todas esas dudas que surgen no pueden ser
resueltas cuando tú quieres, o cuando lo necesitas, así que la inseguridad te
bombardea hasta hacerte explotar y más aún cuando no sabes de qué forma o quién
pueda hacer para que esa seguridad que tanto te caracterizaba vuelva. Supongo
que explotar en forma de lágrimas es una buena forma de intentar sacarlo todo,
el problema es cuando eso no funciona, y a pesar de todo el llanto que te
consumen, siguen ahí, como ancladas en tu pecho, haciéndote pensar mil cosas
que probablemente ni sucedan, pero que de seguro te harán pasar malos ratos por
un buen tiempo, hasta que todo vuelva a su curso y puedas tener esa palabra que
antes con sólo escucharla, tenía la fuerza suficiente para hacerte saber que
todo estaría bien y que las dudas ya no tienen sentido.
17 de junio de 2016
Un sonido del alma
Escuchar su voz es como cuando regresas de un viaje de muchos días, en los que de pronto te sentías perdida o sola, es como volver a casa, es sentir que se llena una parte de ti que estaba vacía, es como si la vida volviera a iluminarse de a poquitos, porque su voz es como ese sonido de aliento y paz que te permite ser feliz por unos instantes, es sentirte reconfortada al saber que puedes tenerlo un poco más cerca, es tener la seguridad de que ahí sigue, de que no se ha ido del todo, de que aún hay esperanza. Su voz es como una especie de medicina que sana el alma, que sana lugares que se encuentran rotos y oscuros, lugares a los que nadie puede entrar mas que él, porque sencillamente tiene ese poder sobre ti, y su voz es la conductora de todo eso que causa en ti. Su voz es como ese despertar soleado que te hace saber que será un buen día, que te hace saber que probablemnte las cosas no estan tan mal como parecen, que te devuelven las ganas de salir adelante, que te devuelven la energía que se había perdido por falta de ese sonido; ese precioso sonido que puede hacer que mi día cambie y que mi corazón y mis ojos se iluminen un poquito cada vez que lo esucho.
13 de junio de 2016
Día 1 sin ti...
¿Dime qué tengo que hacer? Dime como puedo llevar este dolor de no estar a tu lado, de saber que ha pasado únicamente un día sin ti ¿Y el resto de días que vienen? La soledad es mi peor enemiga ahora, ella es la culpable de que mis recuerdos sobre ti vuelvan, de que tus ojos lleguen a mi mente. Es eterno el tiempo, pasa absurdamente lento, no sé qué hacer que no me deje pensar en ti, nada tiene la fuerza para lograr eso, tu eras mi fuerza ¿Y ahora qué? ¿Ahora con quién me sentiré completa? Es inmenso este vacío que siento, es increíble sentime tan sola e incompleta como ahora... ¡lo peor de todo es que no sé cuánto dure! No sé cuanto más tenga que pasar para tenerte de nuevo en mis brazos, para que mis labios tengan el placer de tocar los tuyos, de que tus sonrisas vuelvan a ser mías. Eres de esas personas que llegan con la fuerza más grande que puede existir y que no se irán nunca. Te espero, espero por ti, por que vuelvas a mi, renovado y dispuesto a ser feliz a mi lado, por ahora sólo me queda dejar salir todo esto que tengo atorado en forma de lágrimas, refugiarme en mi misma y tratar de salir adelante con la fuerza de tu recuerdo. Te amo.
3 de junio de 2016
¿...?
¿Mereces ser feliz? Claro que si, mereces a alguien que te ame, alguien que te entienda, alguien que se preocupe por ti, alguien que aunque no seas su prioridad principal estés entre las primeras, alguien que sienta que cuando está a tu lado, tiene un tesoro, un hermoso regalo que la vida le pudo haber dado. Ahora ¿qué pasa si ya lo tienes? ¿Qué pasa si ya tienes a ese príncipe azul, o a ese protagonista de tus libros favoritos a tu lado? Sencillamente quieres que nada cambie, quieres mantenerlo ahí, porque sientes que ha sido como una especie de ángel que el cielo te ha mandado para cuidarte, porque sabes que alguien como él ya está prácticamente extinto en estos tiempos de locura.
¿Y si cometes algún error y lo defraudas? Nadie es perfecto, nadie tiene la capacidad de pasar en blanco por la vida y ser la mejor persona de la vida.. ¿Y si lo cometiste varias veces? Haces daño, es obvio, tiene consecuencias. ¿Y si son graves? Aprendes que en la vida no tienes a nadie asegurado, pero ¿es justo pagar de esa forma? ¿es justo que todo lo que pudiste llegar a causar, todo el dolor que sintieron por tu culpa se devuelva? Se puede decir que no es intencional ¿es justo que la vida te lo cobre de igual forma? No, para nadie es justo, pero ¿recuerdas el significado de Karma? Sencillamente, lo que haces se te devuelve, probablemente no merezcas que sea de la manera en que ocurre, y aunque quieras intentar cambiar, ya no está ese príncipe con los ideales del inicio, ya todo es más difícil, ya cada acto carece del significado de antes, y aunque quieras cambiar, aunque quieras intentar recuperar todo, es difícil ¿Hay solución? Si, no darse por vencida, intentar, hacer caer en cuenta de aquello que ya no está, intentar que vuelva. ¿Y si ahora te toca hacerlo sola? Pues nada, intentar, dar todo de ti, amar y valorar tu tesoro mucho más que antes, rogar al cielo un poco de ayuda, llorar para desahogarte si es necesario... salir adelante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)