¿Recuerdas esas conversaciones infinitas donde el tiempo nunca fue suficiente? Aquellas conversaciones donde podíamos hablar y hablar horas, donde nunca se acaba el tema, donde sencillamente el tiempo siempre fue en nuestra contra porque pasaba más de prisa cada que nos mirabamos a los ojos. ¿Y ahora? Es irónico decir que el tiempo nos sobra ahora, que los temas ya no están, que aunque ambos tengamos mil y una cosas que contarnos no hay el mismo entusiasmo por decirlo o que sencillamente no hay el momento para hacerlo ¿Es hora de dejar que eso pase? No, creo que aunque las circunstancias no sean las mismas, sería lindo volvernos a conocer como si fuera un nuevo inicio. Como si no supiéramos que el conocernos iba a traernos cosas que ninguno pensó, y sentimientos que ninguno llego a imaginar que podían invadirnos ¿Quieres eso? Yo si. Quisiera sentarme contigo, verte, hablar tan libre como hace unos años, ver cómo esos hermosos ojos se iluminaban cada que se emocionaban al decirme algo que aunque careciera de importancia, siempre supo hacer que ambos nos sintiéramos como en casa. ¿No lo crees posible? Probablemente el pasado haga creer eso ¿Y si lo intentamos? ¿Qué tal todo salga mejor? ¡Sería perfecto! no te pido que se ahora, pero tu más que nadie sabes que es posible, porque ya lo has intentado. Nada aquí está dicho, no es posible saber si va a funcionar o no, pero de algo estoy segura y es que somos diferentes ahora, nuestra esencia aún está, aunque escondida aún se encuentra en nosotros, sólamente nuestros pensamientos han madurado y aún más nuestros actos. ¿Quisieras conocerme de nuevo? Me encantaría poder hacerlo yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario