De pequeña muchas veces me dijeron que la vida
estaría llena de oportunidades hermosas, y es cierto, con el paso de los días
vas dándote cuenta de que la vida siempre trae cosas buenas, oportunidades de
salir adelante, de conocer gente nueva, de aprender...Y es en este punto en
donde llegan los errores, es en este punto del aprendizaje que cometemos errores,
de los cuales siempre me han dicho también que hay que aprender de ellos para
no volver a cometerlos.
Es cierto, los errores no solamente vienen para
hacerte sufrir, llorar, hasta llegar a sentirte miserable en muchas ocasiones;
los errores nos ayudan a saber qué consecuencias trae el cometerlos, saber que
no es bueno o sano para nuestra vida, nos ayuda a aprender a dejar el pasado, a
mirar al frente, levantar la cara e intentar salir adelante, con esas heridas,
con cicatrices que con el tiempo desaparecerán.
Uno más que nadie sabe qué es bueno para uno y
qué no lo es, tu más que nadie sabe qué es bueno repetir y qué no, y es aquí,
cuando sabes todo esto, donde te das cuenta que la lección está aprendida, que
aunque no haya marcha atrás y el dolor siga latiendo en ti, sabes que no
volverá a pasar, saber que no es sano que te permitas que pase, porque has
aprendido que no todo es como parece, y es aquí, cuando la vida te da nuevas
oportunidades, de demostrar que es posible cambiar, que es posible salir
adelante e intentar ser feliz.
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